26 de octubre de 2015

Mi historia de Lactancia: Eva Mª Sánchez

Si me ha pasado a mí es porque yo puedo superarlo.


Hola amigas y amigos!

Hoy, nuestra querida Eva, nos cuenta su historia de lactancia. Para mi Eva es la personificación de la fuerza, las ganas, del querer es poder, una persona que ante los retos y las adversidades, se hace más fuerte.Una luchadora, una valiente, súper capaz, en dos palabras una MAMÁ luchadora.
Cuando la conocí y viví con ella su historia supe que la quería en mi equipo se lo propuse y ahí vamos... poco a poco pero muy bien . Muchas gracias Eva por todo lo que nos das!!
Sin más OS dejó con Eva, mi diamente en bruto.



Pues bien... al fin me decidí a contar mi historia, pero no penséis que es un camino de rosas... si esperáis que os cuente lo bonita y maravillosa que fue mi historia, dejad de leer! Porque mi historia, que aún no ha llegado ni a la mitad, ha tenido un comienzo muy largo y difícil. Sin embargo, yo quiero verla como la prueba de que todas las dificultades son retos y es posible superarlos... con la información y ayuda adecuada. Además, que como yo me repetía, y aún me repito, una y otra vez, si me ha pasado a mí es porque yo puedo superarlo.

Todo comenzó en el parto... totalmente distinto al parto natural que yo esperaba... una inducción que duró más de dos días con cesárea al final. Y al fin te conocí!!! Mi pequeña Nerea. El momento en que te escuché llorar en el paritorio cambió TODO!!! Los cimientos en los que se había sustentado mi mundo hasta entonces se tambalearon hasta caerse. 

Y tras un rato sin saber qué pasaba contigo te trajeron y ofrecieron ponerte en mi pecho. No me atreví... me daba miedo. Y es que yo, después de haber echo caso a mi matrona y echar en mi neceser para el hospital toda LA CONFIANZA EN MÍ MISMA habida y por haber... llegó el momento del quirófano y me dejé toda la confianza allí.

Te fuiste con tu padre... y a mí me separaron de vosotros. Tras dos horas larguísimas en las que no quería dormir por no perderme un instante de mi nueva condición de madre, me subieron con vosotros y casi sin darme cuenta te colocaron encima de mí. Y ahora, qué tengo que hacer?? Le doy el pecho??? La gente decía que sí, así que... eso hice. Pero no sabías mamar!! Era eso posible?? No se supone que esto de dar el pecho es algo instintivo?? Lamías mi pezón y yo me desesperaba porque no comías y llorabas, llorabas y llorabas. Pedía ayuda a una enfermera, a otra... Mi niña no tendrá frenillo? -pregunté-. No!!! Qué va!! -me contestaron.

Hasta que llegamos a Priego y nos encontramos con uno de nuestros Ángeles de la Guarda de la Teta, nuestra maravillosa Amparo. Con mucha paciencia y tacto nos enseñó cómo colocarnos y, sobretodo, sembró algo de confianza en nosotras mismas. Semillita que tu padre se dedicaba día a día a regar con sus comentarios y su apoyo (tanto emocional como físico, si no hubiera sido por él... Nerea nunca se hubiera enganchado a su teti).

Cuando empezábamos a conseguir empezar con esto de la lactancia aparecieron las mastitis, las perlas de leche, el Sd. de Raynaud, por supuesto, las grietas... Una vez y otra y otra... Y entró ese grupo tan maravilloso de lactancia en nuestras vidas, Nerea. Ellas investigaron, contactaron, hablaron y descubrieron que quizás el problema no estaba en mí... quizás SÍ había frenillo. Y nos dieron la opción de quitarlo y allá que fuimos las dos... hasta el infinito y más allá si hacía falta.

Te lo quitaron y el alivio fue inmediato... pero al poco tiempo aumentaste tu fuerza, te ibas haciendo mayor y volvieron los problemas, por qué?? Quizás seguía quedando algo de frenillo? Si me decían que no tenías casi... pero, y el submucoso?? Efectivamente quedaba submucoso. 

En un momento de desesperación, me encontré con otra asesora que me ayudó a recolocarte para mejorar ese agarre y, aunque las dos sabemos que nunca vamos a tener una lactancia de libro, a nosotras nos vale. Porque... a pesar de todos los inconvenientes que hemos pasado ya tienes un año y tu madre sigue dándote el pecho. Y, cuando te acercas con tu dedito y me señalas mientras dices con tu sonrisa de pillina: Teti!! En ese momento vale la pena todo lo pasado!!!

Han sido muchos días difíciles, las noches... aún más. Tantas dudas, tanta desconfianza en mí mismas, tantos comentarios de alrededor hirientes, pero... tú y yo somos dos luchadoras, Nerea y vamos a conseguir todo lo que nos propongamos. Así que, hija mía, prométeme que aunque me caiga una y mil veces tú siempre vas a ayudarme a levantarme... como has hecho hasta ahora. Porque tu madre siempre estará ahí para ti.


Eva Mª Sánchez Poyato
Madre de Nerea y Secretaria de la Asociación Lactancia Priego Mejor Mamar



2 comentarios:

  1. Aunque como tu dices no a sido un camino de rosas para mi si es una historia muy bella y bonita al ver el amor q os tenéis la una a la otra.un beso a las dos y al papa q también a estado ahí para ayudaros sois muy grandes los tres.��

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  2. Por más dificultades que se os pongan en el camino seguiréis superandolas. Gracias por compartirlas campeonas ;)

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