6 de julio de 2015

Mi historia de lactancia: Cristina Sánchez

Tres lactancias y todas difentes

Sabeís lo que es el empoderamiento (para los que estáis en la escuela de idiomas: empowerment)?? Podría poner una gran y estupenda definición, pero, en definitiva, es confiar en nosotras mismas y en nuestro instinto. Hacer caso a nuestra convicciones y controlar nuestra vida (entiéndase por vida, maternidad y crianza). Y si queréis saber más de este concepto, leer nuestra siguiente historia. Esta madre sabe muy bien de lo que estoy hablando porque, a pesar de las opiniones de la gente de su entorno, e incluso de los profesionales que la atendían, ella siguió su instinto y amamantó a sus tres preciosas hijas (no exagero, mirad la foto del final). Así que... sin más palabrería os dejo con la maravillosa historia de Cristina, Naiara, Nayma y Nerea.


Me llamo Cristina  y me gustaría compartir con vosotr@s la suerte tan grande que he tenido, ya que, con mis cortas 24 primaveras, ya soy madre de tres preciosas niñas: Naiara, Nayma y Nerea. Y, por supuesto, YO DOY Y LES HE DADO EL PECHO!!!

Ahora bien... ha sido todo tan diferente...

Mi preciosa Naiara nació un día de año nuevo del 2011. Yo, a penas si tenía 20 años... Dudas?? Todas las del mundo. No sabía bien donde me metía ni lo que debía esperar. Nada más nacer la colocaron sobre mi pecho y la sensación fue... INDESCRIPTIBLE!!! Estaba haciendo el famoso piel con piel, sin embargo... no lo sabía!! Aunque el no saber, también me permitió disfrutar del momento sin pensar en nada más que en lo más importante en ese momento: Mi hija!!! Y ahí... comenzó mi lactancia. Una lactancia sin grandes problemas, si exceptuamos que necesité pezoneras, pero... por lo demás, no hubo problemas... aunque... sí hay algo que hice y que ahora, sabiendo lo que sé, no volvería a hacer: el pecho... cada 3 horas. Y mi pequeña, entre tomas, lloraba y lloraba. ¿Qué le pasará? Pensaba. ¿Será que tiene gases? Ahora sé que no eran los gases, ni los famosos cólicos del lactante... mi bebé, pasaba hambre, pero... yo creía que debía ser así, y como buena madre que soy, hacía caso a los profesionales de salud y restringía el pecho a mi hija "por su bien".
Y, aunque es cierto que hacía caso a los profesionales, a los que saben de estos temas, había ciertas cosas por las que no estaba dispuesta a pasar. Mi hija se ha criado en brazos!!! Y estoy orgullosa de ello. Nosotros hemos practicado el colecho. Y también lo digo con orgullo. Durante la crianza de mi hija yo he seguido mi instinto y es algo de lo que no solo no me arrepiento, sino que estoy ORGULLOSA de ello.
Y poco a poco, fuimos avanzando en el tiempo hasta que llegaron las crisis de crecimiento. Por supuesto... yo no sabía que esto existía y simplemente pensaba que necesitaba una "ayudita". Y ahí me tenéis, corriendo a la farmacia más cercana para conseguir una lata de leche artificial, ya que la leche de su madre no era suficiente. Sin embargo, mi hija (que sabe perfectamente lo que quiere), no aceptaba esa ayuda. Ella quería seguir como siempre, pegada al pecho de su madre, alimentándose de ella. Y, a pesar de pasarlo mal, conseguíamos continuar con nuestra lactancia.
Y así... hasta los 6 meses. A los 6 meses introdujimos los alimentos y poco a poco fui destetando a mi hija. Me quedé sin leche...

Y así llegó aquel maravilloso Día de Andalucía de 2013 donde amanecimos con todo nevado. Ese día nació mi segunda hija: Nayma. Con ella, todo fue muy similar a la primera. Nuevamente hicimos el piel con piel, de nuevo esa sensación para la que no tengo palabras, nuevamente mis brazos volvían a tener una función: acunar a mi hija. Con la diferencia que ahora debían repartir sus caricias para los dos amores de mi alma. Y también le di el pecho, claro que sí!!! Aunque, por su bien, cada 3 horas. Y hasta los 6 meses. Llegada esta fecha tuve que comenzar a tomar anticonceptivos, por desgracia, no los adecuados... y mis pechos volvieron a dejar de cumplir su función.

Pero, como no hay dos sin tres, a principios de Enero de 2015 nació mi pequeña Nerea (nombre que, por cierto, escogió su hermana Naiara). Y con ésta, algo cambió... Amparo me había puesto en contacto con unas personas... un grupo de lactancia, decía ella. Yo ya había dado el pecho a dos de mis hijas, mucho no me podrían enseñar... cuál fue mi sorpresa cuando este grupo hizo que mi lactancia fuera totalmente distinta. Por supuesto, yo era la que daba el pecho, y yo era la que tenía que pasar por las crisis de crecimiento, pero... ya no era igual. El pecho A DEMANDA!!! Se acabó el llorar. Para eso están los pechos de tu madre, hija mía... para que te refugies en ellos, para darte alimento, para darte calor, para darte todo mi amor... Y, las crisis de crecimiento?? Claro que las pasé, faltaría más, pero... sabía lo que eran. Simplemente, esperé a que pasaran porque, las crisis, lo mismo que vienen se van. Qué tranquilidad el pensar que lo único que debía hacer para superarlas era dejar que mi hija mamara todo lo que quisiera o necesitara.
A día de hoy, mi hija tiene ya 5 meses y no creo que esta vez llegue hasta los 6 meses dándole el pecho... sino hasta que ella y yo lo decidamos!! Porque ya conozco, ya sé y tengo la información. Claramente he de decir que la información es poder. Y ese poder está en mis pechos.

Por supuesto... no ha sido fácil. Cualquiera que tenga un bebé sabe de lo que estoy hablando. Los que tengan dos, más todavía... Y los pocos que, como yo, locos enamorados de sus hijos, han decidido pasar el umbral de los dos hijos y llegar a la familia numerosa sabréis que es difícil. Por suerte, yo no he estado sola en este camino, ni mucho menos!!! He tenido a mi madre y a mi hermana cuyo apoyo ha sido indescriptible. A mi marido, con el que he contado durante todo este trayecto y... con el grupo de Lactancia Priego Mejor Mamar, cuya labor es maravillosa permitiendo a las madres tener ese poder que da la información. Gracias por vuestra ayuda.

A las nuevas mamás os digo que deis el pecho, porque... si queréis, PODÉIS!! No os dejéis llevar por los comentarios de la gente que creen saber o que deberían saber pero, por desgracia, no saben. Gracias a lo que yo conozco hoy en día me atrevo a aconsejar a otras mamás, porque ahora sí sé cómo va esto de la lactancia. Ánimo y SEGUID VUESTRO INSTINTO!!!







Fdo: Cristina, Naiara, Nayma y Nerea

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