7 de septiembre de 2015

5 curiosidades de la lactancia materna que quizás no sepas

Hoy he decidido hacer algo diferente y he buscado algunas curiosidades que a mí, al menos, me resultan interesantes. Las he juntado todas y aquí las tenéis. Para que aprendamos todas un poquito más sobre la lactancia materna.


Los frenillos no causan problemas de lactancia. 


Cómo lo lees!! Los frenillos no son los causantes de que existan problemas en la lactancia ya que son pequeños pliegues de tejido que se encargan de que un órgano no se separe demasiado de su posición, ése es el problema!!! Y es lo que denominamos anquiloglosia, es decir, cuando la lengua no está libre en toda su movilidad normal. Por ello, como bien nos explica el Dr. Briz en una entrevista concedida al blog " El Alma y la Lactancia al descubierto", hay frenillos sin anquiloglosia (que suelen ser los más visibles precisamente -tipo 1 y 2-, pero debido a su elasticidad no suelen presentan problemas para la lactancia); o anquiloglosia sin frenillo visible, como es el caso del tipo 4. 

La lactancia materna previene anomalías dentomaxilofaciales.


Son muchos y muy diversos los beneficios de la lactancia materna pero, quizás uno de los menos conocidos -aunque más lógico- es la importancia que este acto tiene para la salud bucal del bebé, y es que los movimientos realizados durante el amamantamiento por parte del bebé son los más parecidos a la masticación, de ahí que la lactancia materna sea la antesala ideal a ésta. Pero, no sólo influye en la musculatura sino que está documentado que incluso previene anomalías dentomaxilofaciales, mejora la oclusión dental y contribuye a la prevención de caries.


La lactancia materna actúa directamente sobre el cáncer y no sólo mediante prevención del cáncer de mama y de ovario en la madre


Muchos de los que estáis leyendo este post ya tenéis conocimiento de la importancia de la lactancia materna en la prevención del cáncer de mama y de ovario en la madre, verdad?? Al igual que sus múltiples beneficios... Pero, quizás no sabéis que en un estudio en Suecia se ha descubierto una sustancia en la leche materna a la cuál han llamado HAMLET (human alpha-lactalbumin made Lethal to Tumor cells), casi nada, eh?? Pues bien, dicha sustancia resulta ser efectiva para matar 40 tipos de células cancerígenas!! Bueno... hay que modificarla un poquito, jeje!! Pero... no es un avance grandísimo? En el futuro podría ser la solución de muchos tipos de cáncer y evitar el sufrimiento de muchas familias debido a esta enfermedad.

Se puede establecer impronta debido a un chupete.


Sabéis en qué consiste el fenómeno de impronta?? Fue descubierto por el creador de la etología, el premio Nobel Konrad Lorenz. Este señor se dedicó a estudiar a patitos recién nacidos y se dio cuenta que nada más nacer, los patitos seguían lo primero que veían (normalmente la madre, claro). Aunque él fue más allá y decidió ser lo primero que pudieran ver los patitos... pues sí, efectivamente, este señor consiguió que los patitos lo siguieran a él por el simple hecho de ser lo primero que sus ojos veían (pobres patitos). Y es que, al parecer, lo primero que vemos deja una huella imborrable en nuestro cerebro (en nuestro caso no a nivel de los patitos, pero... sí bastante importante). Por ello, al ser la boca del bebé un órgano de reconocimiento, fundamental para un recién nacido, es importantísimo que el primer contacto que tenga sea con el seno materno. De hecho, existen pruebas crecientes de que el uso de tetinas y chupetes de forma temprana lleva a un abandono precoz de la lactancia materna. Y es que, al parecer, este fenómeno de impronta también ocurre con el bebé y la succión. Por ello, nada de chupetes y tetinas durante, al menos, las 6 primeras semanas de vida. Si queréis conocer un poco más sobre este hecho os dejo un estudio argentino que explica un poco más este fenómeno.


El gorrito en el recién nacido puede dificultar la lactancia materna.


Y esto es ya la repanocha!! Los que habéis llegado hasta aquí leyéndome diréis que ya se me ha ido la cabeza completamente. Esta "curiosidad" es digna de que me llamen abiertamente loca de la teta. Pero... dejad que me explique un poco.
Pues bien... la naturaleza, durante el embarazo, nos ha provisto de hiperosmia fisiológica (vamos, que olemos muchísimo). Dicho mecanismo tiene una utilidad fundamente y es que la madre pueda oler de forma adecuada a su cría tras el nacimiento (qué olor más maravilloso, verdad?). Pues bien, el simple hecho de oler a nuestro bebé aumenta la cantidad de oxitocina de la madre, una hormona importantísima para la lactancia. Aunque, quizás he sido un poco sensacionalista, quizás sea más adecuado decir que el no llevar gorrito favorece la lactancia materna, pero... a que he llamado tu atención? Lo que sí es cierto es que el contacto piel con piel tras el nacimiento es importantísimo para iniciar con buen pie una larga y maravillosa etapa caracterizada por la lactancia materna. Echad un vistazo a la maravillosa página de Alba Lactancia Materna y veréis que me dan la razón.

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