23 de enero de 2017

Mi historia de parto: Sabela, Alexandra y Mencía

Mi parto, un parto inesperado!!


Al fin! De nuevo vuelvo a traeros una de las maravillosas historias de parto que tanto me gustan. Y qué historia! Nada más y nada menos que la historia de un parto orgásmico. Un parto que terminó de la forma más inesperada. Ni la propia madre era capaz de imaginar cómo sería el momento de su expulsivo. Porque, sabéis lo que es un parto orgásmico? Es justamente lo que imagináis. Las historias que nos cuentan sobre el parto siempre están llenas de miedos, dolor, angustia... Justo todo lo contrario a lo que una mujer embarazada en su último trimestre necesita. Como nuestra querida Amparo siempre nos dice, lo más importante a la hora de enfrentarte a un parto es la confianza en nosotras mismas. Así que, confiar en vosotras mismas, y, quien sabe? Puede que también tengáis un final inesperado.

Os invito a leer este precioso relato del nacimiento de Mencía. Este nacimiento supuso el final de un embarazo y el inicio de una lactancia en tándem. Pero de eso, ya os hablaré más adelante...



Nada indicaba aquella tarde que el parto fuese a desencadenarse esa misma noche, el día de mi cumpleaños.

A las 11 de la noche de un uno de abril de 2016 empecé a expulsar el tapón mucoso pero nada de alarmarse. Era mi segundo parto así que no le di más importancia. A las 5 de la mañana, mientras mi hija mayor, Alexandra, mamaba, empezaron unas contracciones más regulares y cada vez más intensas. Como en el parto anterior, la intención era estar el máximo posible en casa. Y a partir de las primeras contracciones, que indicaban que el momento de conocer a mi bebé estaba cerca, le siguieron momentos de bailes moviendo las caderas, con Alexandra imitándome. Ella lo vivió de una manera tan natural que bien podría escribir ella esté relato en vez de yo.

Tras romper aguas, darme una ducha para relajarme y estar a tope de energías para el momento que íbamos a vivir, decidimos irnos al hospital sin prisas; tenía muy claro que como mamífera sé parir, era cuestión de seguir los instintos que me lanzaba mi cuerpo, el yo más animal! Algunas pensareis: uf, hospital! Tumbada en una cama, sin moverse, con las correas.., pues, no todo lo contrario! Libre de movimientos, controlando de vez en cuando que todo estaba ok, Alexandra mamando cuando le apetecía, sabiendo que eran sus últimas tomas sin compartir. 
Solo nos quedaban 4 cm por dilatar y, de repente, el cuerpo me pidió que le diera placer, así que, en la intimidad de la habitación comencé a hacer lo que mi cuerpo me pedía, él marcaba el ritmo y la intensidad hasta que sentí unas ganas incontrolables de empujar, cerré fuertemente las piernas y en ese último empujón llegué al clímax; al orgasmo que puede que jamás vuelva a sentir porque, sí! Mi segundo parto era el placer absoluto y allí estaba Mencía, dispuesta a lanzarme una mirada que me haría sentir el amor por segunda vez. Nos miramos y comenzó a reptar para unirse a mí, esta vez por el cordón umbilical exterior: la teta. Su hermana decidió unirse a la fiesta y ahí comenzó nuestro maravilloso tándem, con la complicidad absoluta de dos seres que se acababan de conocer y, así, agarradas de la mano, comenzaron a escribir su historia juntas...



Sabela, Alexandra y Mencía


Qué os ha parecido?? No es un mito, es una realidad y os puede pasar a cualquiera de vosotras, así que... id sin miedo a vuestro parto, confiando en vosotras mismas y en vuestra capacidad de parir. Todo va a salir estupendamente!!
Y si necesitáis hablar de eso o de cualquier otra cosa, especialmente de lactancia, os recuerdo la reunión de este mes. No os olvidéis de vuestra cita mensual. Hablaremos de todo lo que necesitéis!!!


Y, ahora sí, feliz semana!! Nos vemos el lunes que viene.


Eva M. Sánchez Poyato
Secretaria de la Asociación Lactancia Priego Mejor Mamar

No hay comentarios:

Publicar un comentario